- Primeras reivindicaciones
En otoño del mismo año 77, EHGAM redactó su primera plataforma reivindicativa en una Asamblea extraordinaria que tuvo lugar en Markina. Las demandas que allí se dieron a conocer siguen siendo las señas de identidad del movimiento gay vasco. Es decir, EHGAM nació con el objetivo, en primer lugar, de defender la pluralidad sexual de todo ser humano, lo que en su opinión, conllevaba la negativa a catalogar con los términos “homosexual”, “heterosexual”, por entender que además de resultar ideológica y científicamente errónea la utilización de ambos términos en tanto que sustantivos, el mantenimiento de esa categorización en función de la práctica sexual facilitaba la discriminación de las personas.
Por otro lado el grupo nació y se desarrolló como movimiento con relación a otros grupos y procesos de vindicación social – léanse los movimientos feminista, ecologista, vecinal, antimilitarista, euskaltzale …-- con el claro propósito de llevar a cabo un cambio profundo en las relaciones sociales y de la propia sociedad.
Fruto de esa vocación social fue la formación en primera instancia de lo que entonces se denominó “Coordinadora de Marginados”, donde confluían, además de gays y lesbianas, los movimientos feminista, antimilitarista, de presos sociales y de prostitutas. Aunque cada uno de estos grupos participaba activamente en cuantas manifestaciones se organizaban fue a raíz de que una prostituta detenida bajo la Ley de Peligrosidad Social muriera quemada en su celda de la cárcel de Basauri, cuando la citada coordinadora convocó una manifestación, que resultó multitudinaria y fue duramente reprimida por la Policía, contra dicha ley.
Pese a todo, no fue hasta 1979 cuando se logró despenalizar la homosexualidad, al desaparecer dicha figura de la Ley de Peligrosidad Social, y considerada como el primer gran logro del movimiento gay.
- Primer´"Día del Orgullo Gay"
Mientras, el grupo se había ido expandiendo.
En 1978, además de crearse nuevos grupos de EHGAM en Gipuzkoa, Nafarroa y Lapurdi, se conforma la COFLHEE, que aglutina a todos los grupos y movimientos de liberación gay existentes en el Estado Español. Por primera vez se solicitó la legalización, que no se conseguiría hasta febrero del 83, tres años y medio después, y, también por vez primera se organizó lo que en aquel tiempo se dio en llamar “Día del Orgullo Gay”.
En 1979 el movimiento entró a formar parte de la Asociación Gay Internacional –IGA–, se formó un nuevo grupo en Araba y poco después celebró en Durango su primera Asamblea General, donde se concretaron los objetivos generales y la definición del grupo y se revisó la plataforma reivindicativa aprobada en Markina. No podríamos continuar esta crónica sin explicar por qué la realidad de EHGAM ha sido tan masculina. En el organismo desde el principio trabajaron hombres y mujeres conjuntamente pese a que las segundas, siempre han estado en minoría. En Bizkaia la mayoría de las lesbianas dejaron EHGAM en 1979 para organizarse de forma autónoma, primero en ESAM y después en el Colectivo de Lesbianas Feministas de Bizkaia. En Gipuzkoa y Nafarroa, sin embargo, siguieron dentro del grupo hasta 1985.
Durante los años siguientes EHGAM mantuvo una línea de intervención social activa, participando activamente en todas las iniciativas populares que juzgaba oportunos: Korrikas, fiestas …Sin olvidar, claro esta, aquellos eventos relacionados más directamente con el propio movimiento: jornadas de debate gay, semanas sexológicas, etc.
Y es que desde un principio quienes integraban EHGAM tuvieron clara la vocación plural de su línea de intervención de modo que, además de los aspectos más reivindicativos y militantes, entre las tareas a desarrollar por el grupo siempre han destacado el aspecto lúdico y festivo, así como otro tipo de servicios: Teléfono de información y ayuda, videoteca y biblioteca, que siempre han estado accesibles a quien estuviera interesado.
También habría que destacar el “Gay Hotsa”, la revista que editó EHGAM desde 1977 hasta 1998.
- Primeras resoluciones institucionales
De aquellos primeros años es destacable además, el hecho de que el primero de octubre de 1981 el Consejo de Europa aprobase una proposición a favor de los derechos gays, en la misma linea de lo que tres años más tarde –el 13 de marzo de 1984- haría el Parlamento Europeo. Con este motivo, EHGAM presentó por medio de los partidos de izquierda una proposición solicitando al Parlamento de Gasteiz que hiciera suya la citada resolución, así como que apoyase la legalización de EHGAM. El primer punto fue aprobado, pero no así el segundo.
En 1981 tuvo lugar, igualmente, la II Asamblea General en Durango, en la que se apuntaron las bases de la sociedad que EHGAM defiende. Pero fue a raíz de la III Asamblea, celebrada en Hondarribia y Zarautz, en diciembre del 82 y febrero del 83, respectivamente, cuando en EHGAM comenzó a darse un cierto cambio, tanto ideológico como de intervención. Sí hasta entonces el grupo se había centrado sobre todo en la lucha antidiscriminatoria, a partir de ese momento pasa, aún sin abandonar el espacio anterior, a un terreno más ideológico, reivindicando la polimorfia sexual de toda persona.
En febrero de 1985 se celebró en Bilbo la IV Asamblea, en la que se adecuó a la realidad del momento todo el programa y en mayo del 86 en Donostia la V Asamblea, que tuvo un carácter exclusivamente organizativo.
Entre las pequeñas victorias que el movimiento gay del Estado Español se apuntó en esta década, destaca la derogación del artículo 352 del Código Militar que penalizaba las prácticas homosexuales, si bien también en este caso la victoria resultó parcial ya que el nuevo régimen Disciplinario del Ejercito, que fue aprobado paralelamente, consideraba falta grave las relaciones sexuales que, en opinión de las autoridades militares, atentasen contra el “honor militar y las buenas costumbres”.
De esta misma época es la decisión adoptada por EHGAM y el resto de grupos del Estado, de no asumir en exclusiva la militancia activa en la problemática del SIDA. Lo que se hizo fue potenciar la creación de Comisiones Ciudadanas Anti-SIDA, con el fin de evitar la identificación SIDA-Homosexualidad, sin que ello significase una despreocupación o abandono de posibles responsabilidades en tareas de información, prevención y ayuda, especialmente orientadas hacia lo que se ha dado en llamar “comunidad gay”.
- Balance positivo
En 1987, con motivo del décimo aniversario del grupo, tocó hacer balance de la primera década, la más fructífera e intensa que ha conocido EHGAM.
La década de los 80 termina con una de las mayores aportaciones del movimiento gay del Estado, el “Proyecto de Ley Antidiscriminatoria” y la “Carta de Derechos” que la COFLHEE – en la que los miembros de EHGAM jugaron un papel fundamental – presentó en sociedad y ante las autoridades competentes en 1989 y que tuvieron su punto y seguido con nuevas propuestas jurídicas de la mano de las corrientes que en los últimos años habían surgido en el seno del propio movimiento. El fin del citado proyecto no era otro que el de garantizar la “ igualdad de oportunidades para poder desarrollar una opción de oportunidades para poder desarrollar una opción homosexual y equiparar en derechos las relaciones homosexuales y heterosexuales”.
Se pedía, en concreto, la derogación de toda norma de la que pudiera derivarse una penalización de las conductas homosexuales, la penalización de la homofobia y de todo tipo de discriminación y, por último, el reconocimiento de aquellos derechos que por ley corresponden a las parejas heterosexuales y, que les son negadas a las homosexuales como son el matrimonio, la adopción y los derechos laborales.
Algunas de estas demandas – en concreto, la persecución de la homofobia y el castigo a todo tipo de agresión – cobraron especial relevancia a raíz de las agresiones en Iruñea y Donostia, en octubre del 92 y agosto del 93 respectivamente, contra gays por el mero hecho de serlo y que llevaron a EHGAM a movilizarse ante los tribunales para denunciar los hechos. Quizás por todo ello, EHGAM siempre ha dicho, incluso cuando presentó su proyecto de ley, que mucho más importante que cualquier texto jurídico es “cambiar la mentalidad de la sociedad”.
- Ritmo de trabajo ralentizado
Aunque el ritmo de trabajo se va ralentizando con respecto a años anteriores, nueva sangre va entrando en EHGAM y da continuidad a las tareas que el organismo desarrolla. Así continúan desarrollándose innumerables actividades destinadas a romper la barrera del ghetto y facilitar las relaciones humanas entre gays y lesbianas fuera de éste. Además de las fiestas en el Txoko Landan y otros sitios, se inician los “Fines de Semana gays” en un caserío, las Gayakanpadas y las Lesgaybiras, que cada año van mejorando en su organización y van aglutinando a mayor número de gente, y se continúa con las cenas, las proyecciones de video etc.
Siguen organizándose, como no, conferencias, charlas y debates, sobre todo con motivo del 28-J en las que EHGAM difunde sus ideas y principios ideológicos y, en la medida de sus posibilidades, se mantiene la presión en la calle, mediante campañas y manifestaciones. En este sentido, los y las integrantes de EHGAM no han dudado en mostrar su solidaridad con las personas seropositivas en la lucha contra el SIDA, han hecho frente a la continua y violenta actitud de la iglesia católica, han denunciado el tratamiento en su opinión indignante de la homosexualidad en algunos medios de comunicación, han reivindicado con firmeza los derechos civiles de gays y lesbianas y se han declarado insumisos e insumisas al homófobo ejercito, yendo contra todo tipo de discriminación debida a la opción sexual.
No es casual la mención a la iglesia católica, el ejercito o las leyes, a la hora de hacer un repaso de lo que han dado de sí los últimos años del movimiento gay en Euskal Herria, ya que la apostasía, la insumisión y las propuestas o críticas en torno a textos jurídicos han sido las aportaciones de mayor envergadura que EHGAM ha ofrecido al conjunto de la sociedad vasca.
Gays y lesbianas empezaron en julio del 92 a fraguar una campaña de protesta contra la iglesia católica debido a sus continuos ataques contra la homosexualidad y especialmente porque las autoridades eclesiásticas habían llegado en esas fechas incluso a hacer un llamamiento para discriminar a las personas que la practicasen. En octubre la COFLHEE acordó asumir la campaña que se presentó públicamente en diciembre del mismo año, tras las jornadas de Etxaleku y coincidiendo prácticamente con la publicación del nuevo catecismo. El hecho de que en este catecismo la Iglesia hiciera hincapié en los ataques a la homosexualidad diciendo entre otras estupideces, que ésta es “intrínsecamente desordenada” animó a muchos grupos, incluso no gays a secundarla también.
Respecto al ejército, fue el grupo de Nafarroa el que abanderó la campaña de insumisión dando a esta lucha ya de por si enraizada en el seno de la sociedad vasca un carácter hasta entonces inédito y que hacia referencia al carácter machista y homófobo del estamento castrense.
Cabe destacar así mismo la participación de EHGAM en la plataforma BATZEN, creada en Gipuzkoa con parecida filosofía a la que en su día tuvo la Coordinadora de Marginados aunque, claro esta, adecuada a los tiempos. La lucha contra el racismo y la solidaridad con las personas afectadas por el SIDA han centrado el trabajo de esta iniciativa durante los años 1996-1998.
1 comment:
Pues que no sabia de este blog y me parece de lo mas interesante para bucear de evx en cuando! Aupa!
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